viernes, 6 de noviembre de 2009

Estado cultural real de la población algecireña

Culturalmente hablando, en Algeciras lo primero que destaca es el vacío. La mayor parte de los algecireños permanecen ajenos a cualquier forma de cultura (entendida en sentido estricto y no como la entiende la antropología). El segundo elemento a comentar, referido ahora, lógicamente, a aquella minoría que sí participa de alguna forma de cultura, es su gusto por lo zafio, su predilección por lo vulgar, su querencia por lo grotesco, su adhesión a lo comercial. Esto por lo que respecta al público de la cultura. En muchas ocasiones el público de la cultura algecireña se confunde con los propios creadores (siendo estos creadores prácticamente el único público de su producción), lo cual nos hace hablar ahora de los creadores. En este sentido, por lo que hace a sus creadores (en sentido literal, creador en cuanto crea, sin entrar a valorar la calidad de lo creado) la realidad es consecuente con lo indicado para el público: abundancia de poetas fingidos o de pose, de pintores de brocha gorda en finos lienzos, espectáculos musicales protagonizados por cantantes de concurso televisivo y asimilables, extraños festivales folklóricos donde se da cabida a cualquier folklore (africano, amerindio, flamenco...) menos al nuestro, saltimbanquis varios, etc. (los tres últimos tipos no son propiamente creadores algecireños, y gozan de un público masivo, pero los incluimos en el análisis por cuanto que, lamentablemente, participan de la cultura de la ciudad). Y esta tipología conjunta de cultura, de público y de creador es a la que subvencionan, cuando lo hacen, el ayuntamiento, las instituciones públicas y semipúblicas y la empresa privada ubicada en Algeciras. Y esto nos lleva a un tercer elemento definitorio del estado cultural algecireño: la preeminencia casi absoluta de la práctica del pesebrismo cultural. Los creadores, en su mayoría, están plegados a las apetencias del poder (político, empresarial) y son estos poderes, en sus diferentes extensiones, los que subvencionan estas formas culturales ínfimas de las que hemos hablado, destinadas a una masa que, considerada culturalmente, sólo puede ser denominada chusma.

De Lorenzo

No hay comentarios: