martes, 7 de agosto de 2007

Algeciras… decepcionante y cutre

Ni en invierno, ni en verano. Algeciras y el conjunto de la comarca del Campo de Gibraltar exhiben un panorama cultural decepcionante en lo tocante a espectáculos musicales, celebrados en la mayor parte de los casos con la complacencia, si no colaboración, de los responsables políticos correspondientes en este área, aquellos a quienes pagamos para que velen por la cultura. Todos estos espectáculos (que han tenido lugar en el mes de julio de este año 2007) aparecen en las secciones culturales de los diarios locales. Es, por tanto, parte de la oferta cultural real que se nos brinda a los ciudadanos de la comarca.
Pero es que llamar cultura al concierto de Andy y Lucas en San Roque, llamar cultura a un fenómeno tributario de cierto histerismo de adolescentes, es como mínimo una broma macabra. Mucho de esto hubo también en el de Manuel Carrasco, en Algeciras. Apoteosis de un producto de burda mercadotecnia televisiva, no creemos que entre en los anales de la música precisamente. ¿Y qué decir del de Serrat y Sabina en Algeciras? Se nos ofrece aquí un singular engendro aderezado a partes iguales por una insoportable beatería y por un insultante simulacro de disidencia protagonizado por estos dos millonarios.
Pero todo puede empeorar. ¿Existe algún tipo de demanda social y cultural que justifique la actuación de los raperos de La Excepción, nuevamente en San Roque? No lo parece, por el fracaso de público. Este es el tipo de pseudocultura que se promociona: fenómenos infraculturales anclados en realidades suburbanas felizmente alejadas de nuestro entorno, y que nada tienen que decirnos. Aunque para producto infracultural ajeno y promocionado contra viento y marea, el reggaetón, del cual se ha celebrado un festival en Castellar. Algo grave está pasando en nuestro interior para que este tipo de actuaciones sean un éxito de público. ¿Quién podría estar interesado en la promoción de la violencia gratuita y absurda y del machismo extremo que hace este género extranjero? Y la afromanía, que ya denunciamos en otra ocasión desde esta página, siempre presente. Más rap, el de Mala Rodríguez, en Tarifa, encuadrado en el llamado y subvencionado Encuentro de las dos Orillas, la europea y la inevitable africana. ¿Para cuándo se prestará la debida atención y apoyo al rico patrimonio musical de nuestra comarca? ¿Cuándo cesará este apoyo a lo foráneo, causa, o quizás sólo signo, del olvido de lo propio? El colofón de lo cutre, execrable, penoso e infame lo pone la actuación en la playa de Getares (Algeciras) de King África.

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